Ya hicimos la evaluación, usamos mediciones válidas y confiables.
Tenemos un dg kco basado en CIF con deterioros, disfunciones, limitaciones y restricciones
Ahora, ¿qué hacemos con el paciente?
Planificamos el tratamiento, a partir de los problemas que identificamos en la evaluación que puedan mejorar a través de la intervención kinesiológica.
O sea, nos planteamos las metas a cumplir durante el tratamiento y al mismo tiempo haremos un pronóstico.
¿Cómo lo hacemos?
Lo primero es tomar en consideración las necesidades del paciente y luego lo que encontramos durante la evaluación.
Habitualmente los objetivos para un proceso se han clasificado en generales y específicos, ambos con la característica de ser algo observable e idealmente medible.
En la terapia podemos hacer algo parecido, y en esta propuesta, el objetivo general sería lo que el paciente espera lograr con la terapia, idealmente en términos de su participación. Y los específicos, aquellos que contribuirán al logro de la meta principal u objetivo general del paciente. Debemos recordar que los objetivos siempre serán los logros del paciente y se deben observar o medir en él.
O sea, si hablamos de los dominios de la CIF, los objetivos específicos podrían estar en los dominios de estructuras y funciones corporales o actividades.
Aunque también se encuentran escalonados en diferentes niveles, no puede ser un objetivo específico mejorar una función y otro objetivo específico mejorar una actividad, por lo que es mejor separar esos dos dominios.
Y ya que los cambios en las estructuras corporales sólo serían medibles a través de las funciones, podemos dejarlas «fuera» de este planteamiento.
Por consiguiente, quedan las restricciones, limitaciones y disfunciones como parte de los objetivos. Como el problema que abarca más aspectos se referiría en la mayoría de los casos a la restricción, en ésta se centra el objetivo general. Para dar cuenta de las diferencias entre los dominios de la CIF, proponemos separar los objetivos específicos en dos partes, los relacionados con las funciones corporales (objetivos específicos propiamente tal) y las metas funcionales, relacionadas con las actividades individuales. Y todo esto se ha obtenido de la evaluación (anamnesis y examen físico):
– De la anamnesis tendremos la restricción en participación.
– Del examen físico las funciones específicas.
– Entre la anamnesis y examen físico encontraremos las actividades limitadas. El paciente puede relatar qué actividades tiene limitadas, pero durante el examen físico podemos medir el rendimiento en alguna tarea, o usar una escala validada para evaluar -Outcome Measures, tema de otro episodio.
Esto se encuentra más desarrollado en el siguiente link
Más literatura sobre metas funcionales aquí, y sobre pronóstico en kinesiología aquí y aquí
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